sábado, 18 de febrero de 2012

SOMOS LO QUE SOMOS

Hoy no voy a hablar de los políticos, sino de la sociedad, de nosotros mismos, de lo que somos.

Empieza a alarmarme la italianización y argentinización de este país, con perdón para los italianos y argentinos, que como en todas partes los hay de todo pelaje y condición. Empezamos a tolerar la corrupción política, no me cabe ninguna duda. Cada vez es menos noticiable y cada vez interesa menos. Nos han inmunizado de tal manera que nos resbala.

Podríamos empezar a hacer una lista y no acabaríamos, desde el yerno del rey hasta el último concejal, son muchos los casos, y aunque sólo fuera uno, seguirían siendo muchos. Pero no me quiero detener en los casos, sino en la respuesta ciudadana. La respuesta judicial, es la que es, no sé si la que debe ser, pero doctores tiene la Iglesia y nuestros procedimientos judiciales son los de un Estado de Derecho. Así que si a Garzón le ha prescrito su cohecho con el Santander, o si no se puede demostrar que Camps no pagara sus trajes, así será, pero… ¿y la condena social? Ninguna. Matas, Urdangarín, Julián Muñoz… todos quedarán rehabilitados socialmente como ya lo está Mario Conde, el Dioni y todos los demás.

Y es que esta sociedad no necesita perdonar lo que nunca ha visto del todo mal. Es cierto que muchos nos indignamos, pero no es suficiente.

Los ingenieros sociales del PSOE lo saben, y por eso no temen presentar como candidato a la Presidencia de la Junta de Andalucía a una persona que como Consejero de Hacienda, sí de Hacienda, permitió la creación de un fondo opaco al control y la intervención, que acabó pagando lo que todavía no sabemos, y lo que ya sabemos, entre otras cosas, cocaína, prostitutas y las pensiones de muchos compañeros de partido. En cualquier país serio, de los que funciona, esto sería inconcebible. Este hombre debería estar inhabilitado de por vida para ejercer un cargo público, no porque lo diga un juez, sino porque sería insoportable para la sociedad. Sus compañeros lo habrían obligado a dimitir, o él mismo lo hubiera hecho.

Aquella conversación grabada en 1990 sin orden judicial y por lo tanto sin valor como prueba en la que Zaplana hablaba con Salvador Palop (caso Naseiro), http://www.cadenaser.com/espana/articulo/zaplana-caso-naseiro/csrcsrpor/20051124csrcsrnac_6/Tes, no impidió que los valencianos siguieran confiando en su entonces presidente autonómico, y que llegara a ser ministro y hombre fuerte del gobierno de Aznar. Son imprescindibles las garantías judiciales, y por tanto que la justicia no pudiera hacer nada, pero que la sociedad no saliera a la calle a hacer dimitir a este individuo de inmediato o más recientemente al exculpado, el de los amiguitos del alma, o al de las loterías y las estatuas aeroportuarias…, no es concebible.




Pues sí, no podemos esperar otra cosa de este país de pillos, chorizos y vagos. Necesitamos una reforma profunda de la política, pero eso no será posible sin un cambio más profundo aún de nuestra sociedad. Mientras en este país sigamos oyendo eso de “¿lo quiere con factura o sin factura?, que sepa que si quiere factura le voy a tener que cobrar el IVA”, todo esto será normal e irá en ascenso. Esta microcorrupción cotidiana la hemos asimilado, nacimos con ella, forma parte de nuestra sociedad católica, tendríamos que ser como los calvinistas para empezar a erradicarla, algo que va a ser imposible. Y todos, absolutamente todos, participamos de ella, yo también, aunque esté indignado. Tengo que cambiar un azulejo roto del baño, y llamaré a mi amiguete Carlos, gran albañil y mejor persona, que tiene menos papeles que una burra robada. Y lo sé, y sé que en mi ciudad hay empresas que pagan sus impuestos, que tienen a sus trabajadores de alta e intentan capear el temporal como pueden. Y le daré 50 euros a Carlos en vez de los 150 que vale el trabajo a cualquiera de esas empresas, y evitaré que me pregunten si quiero factura o no, porque también esas empresas me lo preguntarían, y evitaré que me plantee si realmente estará dado de alta en la SS el trabajador que me manden, y evitaré que se me quede cara de tonto si descubro a posteriori que es así… porque aquí no se libra ni el gato.

Si te dejas una cámara o un móvil olvidado en un bar de cualquier ciudad española, las posibilidades de que vuelvas a por él, lo tengan guardado y te lo devuelvan son casi ninguna e infinitamente menores que si esto te pasa en un país del norte de Europa. Y ese “afortunado” que se encuentre el objeto, llegará a su casa y lo contará sin ningún sonrojo “un panoli se ha dejado este pedazo de móvil, y he estado listo porque luego ha llegado una pareja a la mesa vacía y como me di cuenta me levanté y lo cogí rápido”, y se lo explicará a sus amigos, y éstos lo envidiarán y ninguno le afeará la conducta, y si alguno le parece mal no se atreverá a decirlo, y si se atreve a decirle que debiera habérselo dejado al encargado del establecimiento por si volvía su dueño, este le responderá, “sí, claro, para que se lo quede él, me lo quedo yo”, y todos asentirán y hasta el que lo veía mal pensará que quizá tenga razón. Es así, sin ninguna duda, y sólo podremos recordar las excepciones que confirman la regla.

¿Esta sociedad es la que va a juzgar a sus políticos? No me cabe ninguna duda de que la corrupción política o la gran corrupción empresarial, de la que se habla menos, no porque haya menos sino porque son más listos y lo hacen bien, no es más que una expresión cuantitativamente distinta de la misma cosa, se nutren del mismo magma, tienen el mismo caldo de cultivo, solo es otra escala, otra dimensión, de la misma realidad.

Sinceramente, UPyD no tiene respuestas para todo. No sé cómo vamos a resolver esto, pero así no podemos seguir.

9 comentarios:

Guillermo León dijo...

Grande, muy grande este artículo Paco. Sobre todo por su sinceridad y hasta por la pizca de angustia final ante la evidencia de la imposibilidad. Pero siempre nos queda esperanza. La semana pasada me llamo una sra. desde Sevilla, había encontrado una cartera y en ella, en un papel, estaba mi nombre y nº móvil. Me preguntó si conocía a Carolina, la dueña de la cartera. Llamé a Carolina y le dí el número de la Señora. Fue a casa de esta y la encontró bañando a sus dos niños pequeños, le entregó su cartera con los cuarenta euros que llevaba... Hay esperanza,Paco. ¡Queda honradez! Un abrazo.

Buenos dias con Poesía dijo...

357, iveensSuscribo íntegramente el artículo. Tenemos que cambiar todos. Voy a Uk con frecuencia y envidio la conciencia de pais y de ciudadanos que tienen los ingleses. Y me entran ganas de irme con mis niñas a que se eduquen en valores. Ayer Rosa nos habló de ciudadanos como acostumbra. Tenemos que empezar a ser un poco menos simpáticos todos. Empezar por pagar el IVA puede ser nuestro pequeño paso "revolucionario".

Francisco José González dijo...

Sí Guillermo, a veces pasan cosas que nos hacen reecontrarnos con el ser humano. Acuérdate de aquel inmigrante de sevilla que vendía clinex en un semáforo, encontró un sobre con 10.000 € y fue a la policía a devolverlo. El dueño le dió 50. Yo espero que al menos alguien lo buscara para darle trabajo. No se me ocurre nadie en que depositar más confianza.

Francisco José González dijo...

Tienes razón, José Luis, cada vez que viajo por Europa me doy cuenta lo que nos queda por aprender, y lo difícil que es en España hacer cumplir las más elementales normas de convivencia. Y todo está relacionado, luego ellos tienen un 8% de paro y nosotros (Andalucía)un 32%. Nada es por casualidad.

Tony B dijo...

Pues si, no hay conciencia de estado. Y lo que cabria preguntarse en primera instancia es ¿por qué?¿quien ha dejado este legado?¿quien lo ha permitido?Ahora debemos pagar que no haya nada en este mundo que no deba guardar pleitesía a la política.un ejemplo claro y que viene a caso es la educación la cual ha sido politizada desde siempre y ahora recogemos los frutos de los interminables vaivenes políticos que nuestro sistema permite e incluso alienta.Pues eso, existe una falta de compromiso brutal desde la clase politica, a la que se añade falta de responsabilidad, ansia de poder y todos aquellos calificativos que conforman en definitiva la idiosincrasia más baja del ser humano. Ahí lo teneis. El arco parlamentario han dejado que este pais se derrumbe, todos han mirado hacia otro lado, e incluso, estando la cosa como estaba han dejado de asistir al hemiciclo sin que por ello recibieran un toque de atención. Eso si, los pocos que tenemos la suerte de trabajar ahora debemos sacar las castañas del fuego a este pais y remendar la ineptitud de esta gente. ¿Mi pais?ya se lo quedaron esta gente. Entran ganas de dejarlo...

Tony B dijo...

¿con o sin factura? ante lo dicho si factura. Pagar impuestos para que lo gestionen de tal manera mejor no volvemos insumisos...

Francisco José González dijo...

Hola "Tony B". Pues sí, tienes mucha razón. La clase política no ha hecho nada o muy poco porque las cosas sean de otra manera. Pero insisto en que no son más que un reflejo de nosotros mismos. Son tan malos, tan holgazanes, tan chorizos como la sociedad a la que representan. Dignos representantes. Por algún lado hay que romper el círculo. O por los dos: los políticos decentes y los ciudadanos decentes no pueden quedarse cruzados de brazos.

Javier Mercado dijo...

Hola Paco, comparto en líneas generales algunas cosas, pero discrepo en otras.

* Es correcto, desde mi punto de vista, afirmar que políticos y sociedad son "uno". Ellos son nosotros, ergo no podemos pedir peras al olmo.

* El concepto de ciudadanía ha sido muy útil durante décadas. Describía un compromiso del Estado para con sus conciudadanos, una especie de contrato social en la que el Estado garantizaba un mínimo de equidad en el reparto del pastel (a través del estado del Bienestar) a cambio de "paz social" y alejamiento de posiciones comunistas (el demonio). A día de hoy este concepto apenas es aplicable, a diferencia del período que siguió a la 2GM hoy día el mercado de trabajo bascula cada vez más hacia un modelo polarizado entre "privilegiados" (por ejemplo funcionarios) y trabajadores precarios que empiezan a rozar la miseria apenas el día 15 de cada mes. Esta sociedad en la que cada vez menos somos clase media y más personas son clase precaria lleva un tiempo ofreciendo claros síntomas de decadencia.

En conclusión, ese "plan de vida" que ofrecía hace varias décadas el Estado ha sido dinamitado por la propia evolución social, un proceso económico/social con ideología fácilmente identificable donde por decisión de unos tipos se ha primado la "competitividad" a costa de la "empleabilidad". El estado-nación está en crisis, es evidente y todos lo sabemos, al igual que muchas otras categorías y conceptos que hasta hace nada parecían imperecederos (familia, religión, profesión,etc...). Gobiernos "intervenidos" con "tecnócratas" que violentan la soberanía popular, estafadores que nos han llevado a la ruina que controlan desde el BCE si hacemos lo que ellos nos ordenan para salir de la crisis que ellos han creado, organismos supranacionales dudosamente democráticos que son instrumento de los 4 amiguetes que diseñan la política económica mundial,etc..

Si yo tuviera 20 años y viera lo que me deparan la sociedad, el mercado laboral y el Estado te aseguro que sería muy poco "civilizado". Como dice Pérez-Reverte: si me voy aprendo alemán, si me quedo aprendo a hacer cócteles molotov.

Unknown dijo...

Muy brevemente: arreglo la moto, exijo factura con su correspondiente IVA. El mecánico me dice que la factura me la da el siguiente trimestre, pero me cobra el IVA. Hoy me he mudado de ciudad y no tengo ni la factura ni el dinero que me costó el IVA. Enhorabuena por su blog, del que vengo de inscribirme como seguidor.