domingo, 3 de junio de 2012

DOS PACTOS

Recientemente se han producido dos pactos, uno de legislatura y otro de gobierno, uno en Asturias y otro en Andalucía, en ambos una de las partes es la forma mutante del PSOE regional (FSA-PSOE y PSOE-A), y la otra parte en Asturias es UPyD y en Andalucía IULV/CA.

Hay diferencias notorias entre ambos.

El pacto PSOE-Andalucía - IULV/CA tiene título, se llama “Acuerdo por Andalucía”, tiene portada, tiene índice, subtítulos en color verde, un buen interlineado y 75 páginas, 75 páginas entre las que no hay una sola idea nueva, ningún espíritu reformista, ningún intento de transformar la sociedad. Se trata de un documento cargado de buenas palabras, intenciones y territorios comunes, entre los que aflora inevitablemente la carga ideológica, aunque más su cáscara que su yema: la banca pública, las políticas activas de desempleo que alegrarán las pajarillas del bisindicalismo oficial, la igualdad de género del lobby de las miembras que tiene a un hombre justo como el juez Serrano inhabilitado y a miles de padres clamando por ver a sus hijos…

Un despliegue de más de lo mismo. Un esfuerzo por mantener una sociedad en los términos que la han traído hasta aquí. Una arquitectura conservadora, porque se basa en conservar el orden de cosas establecido, ese que permite el mantenimiento del atraso social secular y unos mismos políticos gobernando también secularmente. La economía y el empleo encabezan el acuerdo como no podía ser de otra forma, pero sólo en forma de palabras, palabras, palabras… La palabra “público” 69 veces, la palabra “igualdad” 36… La palabra “regenerar”, ninguna, la palabra “fusión” ninguna, la palabra “diputación” ninguna, la palabra “duplicidades” ninguna, el acrónimo “ERE” o la palabra “reptiles” ninguna, la palabra “eliminar”, dos veces, una para referirse al fraude fiscal y otra a la burocratización del trabajo del profesorado.

El acuerdo dedica 18 párrafos al título “Avanzar en Democracia. Transparencia, Participación Ciudadana y Ética en el ejercicio de lo público”. Se trata de medidas ambiguas, que firmarían el PSOE, el PP o cualquiera, porque no les compromete a nada. Se plantean grandilocuentes leyes, como la de Participación Ciudadana o la de Transparencia, grandes gestos como la Carta de Derechos de la Ciudadanía…, todos ellos carne de campaña publicitaria institucional, carne de bombo y de platillo, carne de vacío, de nada. El escepticismo no es una opción, es casi una obligación.

Resulta obvio que su redacción fue encargada a algún prohombre o alguna promujer de la mercadotecnia socialista y que pasaron el borrador a IU (éste no se filtró), para que introdujera alguna de sus obsesiones, siempre que fueran admisibles para el hermano mayor. Así brotó ese chiste de la “creación de una entidad financiera pública, social y ética”, aunque también, hay que reconocerlo, un tímido destello de coherencia con su historia, cuando se refiere a la creación de un grupo de trabajo para estudiar la reforma de la ley electoral andaluza.

Se firmó el 18 de abril, un mes antes que el asturiano, porque también resulta obvio que en su redacción hubo poco que negociar. Estaba lista mucho antes de que se cerrara el verdadero acuerdo, el del reparto, ese que sí hubo que negociar y que al final ha derivado en tres consejerías y la vicepresidencia de conocimiento público, y ni se sabe cuántos otros carguitos de conocimiento más restringido, aunque es de esperar que hayan sido más discretos que lo fue Madrazo con el PNV, aunque tampoco es  necesario porque en el PSOE andaluz no hay ningún Aguirre (http://www.youtube.com/watch?v=MlsyXP0OatQ).

El pacto de legislatura entre FSA-PSOE y UPyD se firmó un mes después porque hubo mucho que negociar, tiene sólo 15 páginas, no tiene portada, ni índice, ni letras de colores, los publicistas no lo han visto ni de lejos. Sólo hay contenidos, desde luego no todos los que UPyD hubiera querido, pero es lo que tiene llegar a acuerdos.

Este documento no empieza hablando de economía y empleo, sino de modelo territorial, y continua haciéndolo, en 31 párrafos, de Calidad y Regeneración Democrática. Este documento habla de fusión de municipios, de reforma de la ley electoral, de ciudadanía. En este documento aparece varias veces el verbo “eliminar”, la palabra “regeneración”, la palabra “duplicidades”. Porque en este acuerdo UPyD ha forzado a la FSA a acometer la transformación de las cosas, a revisar el modelo, a propiciar reformas de calado, a no conformarse con lo que se ha sido y se es.

En este texto se habla de transparencia para referirse a compromisos concretos como el de “transparencia en el nombramiento, cese y retribuciones del personal de confianza de los cargos políticos” y cuando se refiere a la aprobación de una Ley de Transparencia, se precisa lo necesario para que no se quede en un gesto “La aprobación de una Ley Autonómica de Transparencia y Acceso a la Información Pública que establezca como principio general el que toda la información registrada de cualquier forma, elaborada o recibida y en posesión de las autoridades, es pública, pudiendo únicamente limitarse el acceso a los mismos para proteger otros derechos e intereses legítimos legalmente tasados que puedan claramente prevalecer sobre el derecho fundamental a la información”.

En este acuerdo se trata de la corrupción, y se menciona el caso Marea explícitamente: “Por eso ambas fuerzas políticas se comprometen a apoyar la creación de una Comisión de Investigación en el seno de la Junta General del Principado en relación con el “Caso Marea”, que evalúe cómo han venido desarrollándose los procesos de contratación en el ámbito de las Administraciones Públicas del Principado de Asturias, determine la posible existencia de responsabilidades y proponga, en su caso, las modificaciones legislativas correspondientes para garantizar, en el ámbito de la contratación de las Administraciones Públicas, la libre concurrencia, la eficiencia, el control, la procedencia y la transparencia en todos los procesos”.

Este documento trata el empleo y la economía, como no podía ser de otra forma, pero lo hace sin brindis al sol, desde la sensatez, el conocimiento y sobre todo, y lo que es más importante, desde el respeto a los ciudadanos, a los que no trata como menores, a los que no pretende engañar, ante los que no caben disimulos.

Estas 15 páginas del acuerdo asturiano son todo lo que hay, no sirven para enmascarar ninguna otra cosa, no hay nada oculto entre bambalinas, no ha habido ninguna otra cosa que negociar, no ha habido, ni hay, ni habrá, nadie a quien colocar. Este acuerdo es la declaración de intenciones de un partido pequeño que entiende que comprometerse a permitir la gobernabilidad de una Comunidad Autónoma no es ofrecer cheques en blanco y el límite a que ha sido capaz de llegar un partido grande e histórico que ha visto por primera vez en su historia que para seguir estando en el gobierno deberá empezar a estar a la altura de las circunstancias, de lo que se espera de los representantes políticos de los ciudadanos.

En Asturias a UPyD ahora le toca vigilancia, control y proactividad en la regeneración democrática.

En cambio a UPyD en Andalucía le toca vigilancia, control y proactividad en la regeneración democrática.

Sí, lo mismo, porque desde dentro o desde fuera del Parlamento, las cosas que hay que hacer son las cosas que hay que hacer, y si no existiera UPyD seguirían siendo las cosas que hay que hacer y alguien debería hacerlas.