martes, 16 de diciembre de 2014

CONSEJOS PARA ATACAR A UPyD. PRIMERA ENTREGA

Al objeto de facilitar las cosas a los enemigos de UPyD en sus ataques e insidias nace esta serie de consejos de los que hoy ofrezco la primera entrega.

El asunto con el que arrancamos la serie tiene que ver con la declaración pública que han hecho Maite Pagaza y Beatriz Becerra, las dos diputadas de UPyD en el Parlamento Europeo, en relación con la mejora de la transparencia y fiscalización económica de las aportaciones que la Eurocamara hace a sus diputados. Para los despistados resumo: cada eurodiputado, además de su generoso sueldo de 6.260 € netos, y su asignación de 21.379 €/mes para la contratación de hasta cuatro asistentes técnicos personales, y 304 € de dietas por cada día que asisten a actividades parlamentarias reciben todos los meses 4.299 € para gastos relativos a su actividad política en su país de origen, sobre los que no tienen que rendir cuenta alguna, no requiriendo justificar ante nadie los conceptos a los que se dedica ese dinero, y no teniendo obligación alguna de devolver lo no gastado.

Lo que han hecho las eurodiputadas de UPyD es exigir a la Cámara que se modifique el reglamento y regimen de control al objeto de que los eurodiputados tengan que rendir cuentas acerca de en qué actividades y conceptos se han gastado ese dinero, así como la obligación de liquidar periódicamente y devolver lo no gastado. Y lo que ha hecho UPyD ante la negativa de un Europarlamento controlado por los populares con el apoyo de los socialistas, que tienen muchas bocas que alimentar y favores que pagar, es autoexigirselo, es decir, exigir a sus diputados que realicen esta declaración mensual, la justifiquen y devuelvan el dinero no gastado. También amenazan con publicar en su web todos los detalles cada mes para que sean de conocimiento público. Estos son los hechos. 




Las instrucciones o consejos para los enemigos de UPyD es no perder la oportunidad de trolear a sus miembros en redes sociales e instarles a lo siguiente:

"¿Por qué UPyD hace esto ahora y no en la legislatura anterior en la que ya tenía un eurodiputado?" Si a esta pregunta los magentas responden "es que no lo sabíamos", la replica ha de ser inmediata: "¿es que no fiscalizaba el partido a su eurodiputado?". Si responden que no tenían la información porque era algo que solo sabía él y no conocían con detalle el sistema de control y menos aún que no había ningún sistema de control, y que solo ha sido ahora, cuando tienen dos eurodiputadas que si saben lo que significa UPyD y su lucha por la transparencia y la regeneración, cuando lo han conocido, la pregunta final debe ser "¿y como es que Rosa Díez que si fue eurodiputada antes de la fundación de UPyD no sabía que esto funcionaba así?

Estas han de ser las preguntas y esos son los aspectos importantes sobre los que poner la lupa. Sobre todo hay que tener muy presente no preguntarse otras cosas insignificantes como qué ha pasado durante todos estos años que ningún partido español, ni PP, ni PSOE, ni IU, ni nacionalistas han denunciado esta práctica y se han limitado a cobrar y callar. Tampoco hay que preguntarse por qué ninguno de los nuevos "regeneradores" recién llegados a la eurocámara para luchar contra la corrupción, la casta y contra la propia idea de Europa desde el populismo, como Podemos, tampoco han abierto la boca al respecto.

Sobra decir que lo que hay que creer es que UPyD no tiene ningún deseo de fortalecer las instituciones europeas haciéndolas más austeras, limpias y transparentes, que su único interés es desprestigiar a su Parlamento y a sus señorías, incluidos sus eurodiputados díscolos y a los de Cs (esos que si no fuera porque no se parecen en nada a UPyD serían como UPyD).

En definitiva, que hay que ir a lo importante, a atacar a estos repelentes magentas obcecados en dar lecciones de transparencia, y que como ese repelente niño Vicente, ese empollón insoportable, van presumiendo de su sobresaliente en transparencia internacional dejando mal al resto.

Y poco más por hoy, solo una ultima cosa, cruzad los dedos, no vaya a ser que tengan respuesta también para esas preguntas y acusaciones y os la tengáis que envainar. En tal caso, no cejad, y estad atentos para la próxima. Ya os iré dando consejos por aquí...

miércoles, 3 de diciembre de 2014

¿QUÉ OCURRE EN UPyD?


¿Qué ocurre en UPyD para que tan a menudo ande saliendo gente critica con el partido, estemos permanentemente en refriegas internas y parezca que vivimos en una permanente crisis?

Pues básicamente nada. Que estamos vivos, que hemos decidido romper moldes y ser distintos porque hacemos las cosas de forma distinta. A mi juicio hay tres razones principales que intentaré explicar:

La primera de ellas es el mecanismo de elección de los órganos internos y los candidatos: primarias abiertas en las que cualquier afiliado al corriente de sus cuotas puede presentarse y votar, sin avales de ningún tipo. Esta norma general solo tiene como excepción la designación de candidatos en municipios donde tenemos menos de 15 afiliados. En estos casos en vez de la elección mediante primarias se decide por el Consejo de Dirección tras oír a los afiliados de la localidad en asamblea.

A nadie escapa que los continuos procesos electorales (y ya van mas de 600), generan roces, competencia interna y abren continuas heridas que no siempre cicatrizan bien. Y esto ocurre con independencia de la calidad humana de los aspirantes, sus defensores y detractores.

La libertad es la segunda de la razones. La libertad, porque los afiliados de UPyD son peligrosamente libres. UPyD carece del cemento que liga a otras formaciones políticas: el interés económico, la necesidad vital de ingresar una nómina todos los meses. La proporción de afiliados de UPyD dependientes directa o indirectamente del partido es ínfima, insignificante si lo comparamos con la del resto de partidos tradicionales. La inmensa mayoría somos profesionales con la vida resuelta que nos hemos acercado a la política entendiéndola como un sacerdocio laico, temporal y voluntario, que entendemos que hay que hacer. Sentimos como necesario dedicar a lo publico, a lo común, una parte de nuestro tiempo, pero no nos va la vida en ello. Si a esto le unimos el hecho de que la crítica, el disentir, no tiene consecuencias directas porque no ha de necesariamente reflejarse en unas menores opciones en los procesos electorales internos se puede entender el hecho. En UPyD no se da eso de que quien se mueve no sale en la foto, porque no hay foto en la que salir. La foto que pudiera querer o no querer un determinado órgano de dirección nacional, territorial o local, puede no ser la foto que hagan los afiliados frente a las urnas. Hablan de candidatos oficialistas o críticos, y es una forma de etiquetar como otra cualquiera, sobre la base del mayor apoyo explícito o implícito que los distintos candidatos pueden suscitar individualmente en cada una de las personas que conforman los órganos, pero en absoluto los órganos pueden interferir, por lo que ello no garantiza nada. Los candidatos oficiales son los que deciden los afiliados, porque en UPyD los afiliados, todos los afiliados, son el "aparato". ¿En un PP o PSOE cómo van a ser los críticos capaces de expresar su crítica libremente si se están jugando las lentejas, ir en la lista en posición de salida, ser el candidato, el cargo en el consejo asesor de limpiadores de telarañas de la mancomunidad o el contrato de la sobrina en el ayuntamiento de Villacenutrios (gracias, Migué, pedazo de alcalde, te la debo, siempre fiel, aquí me tienes...)? Los afiliados de UPyD tienen poco que perder, más bien nada que perder, y se permiten gritar cuando se enfadan, insultar a compañeros en las RRSS, y eso pese al reconocido, mundialmente famoso e implacable "autoritarismo" del partido que expulsa inmediatamente al primero que incumple los estatutos haciendo daño a la imagen del partido (Si, es sarcasmo, expulsamos demasiado poco para las barbaridades que uno lee por ahí...). Los afiliados de UPyD se permiten disentir y ejercer su libertad bajo el amparo de sus estatutos. Esta misma libertad que algunos aprovechan para jugar con la democracia interna frívolamente y por supuesto para huir cuando pierden elecciones y probar otras aventuras. No tienen nada que perder.


La tercera razón es el pragmatismo y la desideologización. Fidalgo dijo hace años en un acto de UPyD al que lo invitamos que aquí no olía a establo. Pues no sé si se le entendió, pero fue muy clarito, efectivamente no huele, ni a establo, ni a confesionario, ni a incienso... En UPyD hay pocos fieles, poca rendición a símbolos, poca historia común. UPyD es lo mas alejado de las sectas en las que se han convertido algunos partidos con el paso del tiempo, en los que tras buenas dosis de mantras, ideas fuerza infinitamente repetidas por no tener fuerza en las ideas, territorios comunes, trincheras ideológicas y amor, mucho amor a los colores, bien aderezado con la salsa del unte a la que nos referíamos antes, los militantes militan militarmente, desfilan en las manis a la voz de uno y se reconocen como parte de algo trascendente. Es cierto que este tipo de mecanismos mentales no esta igualmente repartido, tiene su esplendor en los partidos nacionalistas, que aparcaron la razón al nacer y compraron todo el sentimiento, y en los de izquierda mas o menos radical, pero nadie está libre. Incluso yo me emociono a veces en los actos magentas, aunque luego respiro hondo y se me pasa.

En definitiva, si hacemos más primarias que folletos, si los órganos oficiales no deciden quienes son los candidatos, si no hay dependencia económica y sí hay pocas vísceras, pocas emociones y muchas razones en la defensa del instrumento, lo que sería anormal es la calma chicha, esa calma de los partidos muertos o cosidos por el miedo. No debemos olvidar que UPyD, aunque tengamos el modelo laboral austriaco, el territorial alemán y el social nórdico, está formado por españoles, esos seres que se alteran, que emprenden nobles batallas, que se equivocan en las guerras que eligen, que tienen prisas, que envidian, y que a veces tienen egos que no les caben dentro de sus serranos cuerpos. Es normal que esta adaptación a una democracia interna casi calvinista que nos hemos auto impuesto y que otros ni huelen, requiera un tiempo, un cambio cultural, y que por el camino algunos no digieran las derrotas y acaben en Cs, ese partido que si no fuera porque no se parece en nada, seria como nosotros, o en Podemos, esos que creen que el fin justifica los medios y no sé qué me da más miedo, si el fin o los medios.