miércoles, 21 de enero de 2015

ES POSIBLE

Es posible....

Un país normal es posible.

Un país en el que las cifras de desempleo estén en el entorno a la media europea y no en más del doble es posible.

Un país cuyo presidente no mienta y su gobierno no nos avergüence es posible.

Un país en el que la justicia sea independiente de los partidos políticos en el poder es posible.

Un país en el que para sus representantes políticos el interés general esté por encima de los intereses partidistas y personales es posible.

Un país en el que las instituciones sean las justas y necesarias, y estén a servicio de los ciudadanos y no para perpetuarse y servir como agencia de colocación de parasitos vividores es posible.

Un país en el que los que lo intentan destruir sobre falacias y deslealtades no encuentren ni la financiación ni el apoyo del propio Estado al que desprecian es posible.

Un país en el que unos y otros dejen de esgrimir algo que pasó hace 79 años para utilizarlo en cualquier refriega política es posible.

Un país que no se avergüence de su bandera y símbolos nacionales es posible.

Un país en el que los políticos merezcan el respeto de sus conciudadanos, ejerzan con honor y dignidad su responsabilidad y sean un modelo de conducta y referente moral para la sociedad es posible.

Un país en el que estafar, prevaricar, falsificar, sobornar, robar, traficar con influencias,  suponga un riesgo que haga que no salga a cuenta es posible.

Un país en el que el que la haga la pague es posible.

Un país con una democracia transparente, limpia, sana, que no sea sólo un sistema formal y aparente de gobierno, sino que impregne todas y cada una de las instituciones y decisiones públicas, es posible.

Un país en el que el voto de un ciudadano valga lo mismo que el de otro con independencia del lugar desde el que vote y al partido al que lo haga es posible.

Un país en el que el Estado proteja a los más desfavorecidos con el mismo ímpetu que persiga y castigue a los delincuentes, defraudadores pequeños y grandes, es posible.

Un país en el que ser emprendedor, autónomo o pequeño empresario no sea una heroicidad es posible.

Un país cuyos ciudadanos crean y confíen en sus políticos es posible.

Un país que sea implacable contra los asesinos, en el que se investiguen todos los crímenes hasta las últimas consecuencias, sin concesiones de ningún tipo, es posible.

Un país que acompañe, arrope y respalde incondicionalmente a las víctimas del terrorismo es posible.

Un país en el que las educacion esté orientada a formar a ciudadanos libres, reflexivos, racionales, preparados para salir airosos en un mundo globalizado, y no los adoctrine en odios atávicos e intereses espurios es posible.

Un país en el que un policía o guardia civil gane más que el asesor segundo adjunto al vicepresidente tercero de una diputación provincial es posible.

Un país en el que no existan asesores segundos adjuntos a vicepresidentes terceros es posible.

Un país en el que no existan diputaciones provinciales porque los municipios tengan un tamaño y recursos suficientes para no necesitarlas es posible.

Un país en el que los profesores tengan el respeto de alumnos, padres y toda la comunidad educativa, y vayan cada día a trabajar con alegría y la satisfacción de saber que son los protagonistas de llevar a cabo la política más importante del Estado es posible.

Un país cuyas universidades compitan por la excelencia internacional y no sean fábricas de mediocridad es posible.

Un país en el que el agua no sea un negocio para nadie es posible.

Un país en el que los agentes medioambientales sean agentes de la autoridad y no tengan que andar mendigandola ni estén sujetos al mangoneo, traiciones y enjuagues de los políticos es posible.

Un país en el que nadie padezca dolor ni muera por enfermedades que tienen cura es posible.

Un país que funcione, un país normal, es posible.

Y todo eso que es posible, será real si los españoles damos la espalda al inmovilismo corrupto del bipartidismo, sin caer en el precipicio que nos ofrecen charlatanes populistas revolucionarios antisistema u oportunistas de ninguna mala palabra y ninguna buena acción.

Todo eso es posible si confiamos en un partido extraordinario, de gente extraordinaria, que sabe y quiere tomar las decisiones que conviertan a España en un país normal para la gente normal. Ese partido es UPyD.

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