Los hechos:
Alguien fotografió hace unos días
una furgoneta de la Junta de Andalucía junto a una hoguera en la que se
quemaban documentos en un parque público de Sevilla.Las fotografías de la furgoneta, los restos del fuego y algunos documentos parcialmente quemados fueron facilitadas por ese informante anónimo al PP que a su vez lo denunció en el Parlamento andaluz el pasado martes, haciéndose eco la prensa de los hechos:
http://sevilla.abc.es/andalucia/sevi-junta-esta-quemando-documentacion-parque-publico-sevillano-201604051139_noticia.html
http://www.elmundo.es/andalucia/2016/04/05/57039aef22601df8258b45bd.html
El PP especula con la posibilidad
de que se trate de documentos comprometedores relacionados con el fraude de la
formación.
La Junta se defiende diciendo en un comunicado emitido por la tarde por la Consejería
de Presidencia y Administración Local que los documentos quemados “carecían de valor”. Según la Junta,
el material destruido estaba formado, “en su mayor parte”, por folletos,
cartelería, trípticos y diversos catálogos de la Consejería de Agricultura que
se almacenaban en unos almacenes del
Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (IFAPA) que se
han “desalojados para ahorrar los costes de alquiler, trasladando los elementos
más valiosos o de interés a las dependencias de la Consejería y destinando los
objetos inservibles a su destrucción”. De acuerdo con la versión de la Junta, el material fue “llevado en un
principio para su destrucción a un punto limpio”, pero “los trabajadores descartaron
esta opción ante el temor a un posible incendio por los objetos de madera y
otros objetos inflamables que existían en dicho lugar”.
Estos son los hechos. Especular sobre el contenido de los documentos no
merece la pena. Las cenizas no hablan. Lo que sí podemos hacer es recordar las leyes de este país, esas que la
administración tiene la obligación de hacer cumplir a los administrados y por
supuesto cumplir, dando ejemplo.
La Ley 22/2011, de 28 de julio, de residuos y suelos contaminados, en su
artículo 46, relativo a infracciones, establece: “3. A los efectos de esta Ley
se considerarán infracciones graves, entre otras c) El abandono, vertido o
eliminación incontrolado de cualquier tipo de residuos no peligrosos sin que se
haya puesto en peligro grave la salud de las personas o se haya producido un
daño o deterioro grave para el medio ambiente”. El artículo 47 relativo a
sanciones, establece en el caso de infracciones graves multas desde 901 euros
hasta 45.000 euros.
El artículo 137 relativo a infracciones y sanciones del
Reglamento de Residuos de Andalucía publicado por el Decreto 73/2012, de 20 de
marzo y la Ley 7/2007 de Gestión Integrada de la Calidad Ambiental, en su
artículo 147, establece la misma infracción con una posible sanción hasta
30.051 €.
Y por último el artículo 103 de la Ordenanza de limpieza
pública y gestión de residuos municipales de Sevilla establece como infracción muy
grave “El abandono, vertido o eliminación incontrolada de cualquier tipo de
residuo urbano” o en todo caso, como grave “El abandono, vertido o eliminación
incontrolada de cualquier tipo de residuo urbano cuando por su escasa cuantía o
cantidad no merezca la calificación de muy grave”.
Y sí, la quema de residuos mediante una hoguera en un
parque público es una de las formas más burdas de eliminación incontrolada.
Además, si alguien tiene el tiempo suficiente podrá
comprobar que la Junta de Andalucía tiene contratado el servicio de retirada y
gestión de residuos de sus centros, por lo que no tiene mucha explicación que
se utilice un vehículo público y un funcionario (perdón, seguro que no era un
funcionario, ellos no se prestan a eso, sería un enchufado de la empresa
pública), para deshacerse de unos documentos “sin importancia”.
Que además intenten explicar que en vez de llevarlo a un
punto limpio decidieran quemarlo en un descampado es un insulto a la
inteligencia de tal calibre que sólo se puede dar en una tierra inmunizada ante
el escándalo, donde el PSOE tiene patente de corso y barra libre para hacer y
deshacer. Ya está demostrado que no pasa nada en este territorio de impunidad.
Espero que alguien con los medios suficientes decida hacer
la denuncia por infracción ambiental, y al menos por una vez a uno de los
muchos AlCapones del puño y el capullo que anidan en los voladizos del cortijo
andaluz se le desmonte el tinglado que la jefa Susana le ha dejado montar.